La variante XE es la combinación entre la variante original de ómicron, BA.1, y el sublinaje BA.2. O en otras palabras, “son dos linajes diferentes de la misma variante combinados”, como explica el epidemiólogo Quique Bassat, investigador ICREA y jefe del programa de Malaria en ISGlobal, centro impulsado por la Fundación ‘la Caixa’.
“Siguen siendo muy minoritarias estas infecciones, lo que pasa es que se postula que XE podría ser hasta un 10% más contagiosa, más transmisible, y eso en principio le debería ir dando una ventaja comparativa e ir creciendo en comparación con la variante ómicron tradicional”, aclara Bassat.
“Siguen siendo muy minoritarias estas infecciones, lo que pasa es que se postula que XE podría ser hasta un 10% más contagiosa”
Por todo esto, entiende que “simplemente es una variante potencialmente más infecciosa y por tanto hay que estar más alerta por si se producen brotes con mayor facilidad”.
El doctor Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), recalca que por ahora no hay que entrar en pán: “Es una variante que la OMS no ha declarado de preocupación. No hay que preocuparse en exceso por el momento”. Señala además que en nuestro país, por ahora, apenas ha entrado.
López Hoyos insiste en lanzar un mensaje de calma y tranquilidad: “En principio vamos a ver cómo evoluciona y, desde luego, es pronto. Hasta que no veamos la evolución no podemos decir nada, todo va a ser aventurar”.
“En cualquier caso no debemos obsesionarnos con las nuevas olas o los nuevos brotes mientras no haya un impacto en los indicadores de presión asistencial, eso es lo único que debería preocuparnos ahora”, subraya el epidemiólogo.
A su juicio, “si hemos dejado de fijarnos en el detalle fino de cuántas infecciones hay cada día y si sube o baja la incidencia es, precisamente, porque ya no tiene tanta correlación la incidencia con lo que está pasando en los hospitales. Creo que ahora debemos fijarnos o enfocarnos específicamente en los hospitales, que es lo que debería guiar nuestras medidas de salud pública”.
El experto tampoco cree que la aparición de XE haga aconsejable vacunar masivamente con la cuarta dosis: “Sigo pensando que solo [debería ser] para la población más vulnerable: mayores de 80 años y los enfermos crónicos”.
Aparición de nuevas variantes
¿Tenemos que ir acostumbrándonos a la aparición de nuevas variantes y cepas? ¿Será lo habitual que cada dos por tres escuchemos de la aparición de una nueva? “Siempre hay que estar atentos a las nuevas variantes porque puede haber una que sí que nos alarme porque cambie las cosas. Por ejemplo, ómicron ha cambiado las cosas de cómo eran antes de ómicron o delta cambió en relación a las previas”, relata Bassat.
Por eso, hay que estar “atentos, vigilarlas y monitorizarlas muy de cerca” pero, en su opinión, “no hay que retransmitirlas en directo”, porque “no ganamos nada hasta que no se demuestre que significan un cambio sustancial”.
Desde la SEI, López Hoyos coincide en que cada vez que surja algo nuevo, hay que estudiarlo y ver su evolución: “No hay que alarmarse cada vez que salga una variante y si hay situaciones de problemas o de peligro, como ocurrió en su momento con ómicron, ya la OMS y todos los organismos ya daríamos la voz de alarma”. “Mientras tanto, vigilantes, seguir recomendando a la población responsabilidad individual y vacunarse con las tres dosis”, recomienda.