“Gracias por todo, me habéis hecho muy feliz” son las primeras palabras del vídeo que han compartido en TikTok para anunciar su fallecimiento, cargado de fotografías y vídeos en los que iba mostrando sus diferentes facetas de la vida. “Adiós, hijos de puta. Nos vemos en la otra vida” fue su frase elegida para despedirse en Instagram.
A Carlos le detectaron el 7 de mayo de 2018 un sarcoma de Ewing, el segundo cáncer de hueso más común que afecta a niños y jóvenes. Solo tenía 16 años. “Cuando tenía 13 ó 14 años cada vez que iba a haber un día de lluvia el día de antes yo me ponía enfermo”, relataba en una entrevista concedida a la revista ‘La Galería’, algo que le ocurrió hasta que un día, con 16 años, se cayó al suelo estando en casa con la que era la pareja de su madre. “La pierna derecha me dejó de funcionar”, señalaba, recordando cómo su primer diagnóstico había sido una escoliosis, aunque al repetir las pruebas vieron “algo raro”. “Ahí es cuando me dijeron: ‘Tú, que tienes un tumor enorme en la pala ilíaca derecha‘”, explicaba entonces.
Él mismo explicó en aquella entrevista cómo, al estar diagnosticado de un tumor en la zona inferior del cuerpo, solo le hacían seguimiento “de cuello para abajo”. “Claro, el segundo [tumor] lo desarrollé en la cabeza. Yo fui el que dije ‘Me está doliendo la cabeza’, me hicieron la resonancia y resulta que tenía otro bicho en la cabeza“, apuntaba. En los siguientes reconocimientos —los pacientes con cáncer suelen tener que ir a revisiones cada tres meses— fue cuando le anunciaron de que había vuelto a recaer; en aquella ocasión le detectaron varios nodos, en las caderas, en el fémur, en una vértebra, en las costillas…
“No te da tiempo a asimilar las cosas, realmente no te centras en pensar qué está pasando sino en pensar que te quieres curar”, señalaba entonces. La entrevista fue publicada en mayo de 2021, hace algo más de un año. Carlos Sarriá tuvo una cuarta recaída, la última antes de sucumbir ante la enfermedad. No obstante, durante todos estos años se había convertido en un referente público, al relatar en sus redes sociales cómo era convivir con el cáncer, en muchas ocasiones desde un punto de vista “humorístico”. Tal y como él mismo explicaba, Charlie lo hacía para despejar dudas, “ayuda a que tus amigos no tengan miedo a preguntarte cosas”.
Cuando el joven fue diagnosticado con cáncer fue cuando tuvo la idea de contarlo públicamente, “para resolver dudas”, dado que es un “tema supertabú”. “Y sentir a la gente cerca ayuda mucho (…). Tanta gente apoyándote, que no te conocen… te da un poquito de fe en la humanidad, y eso mola”.
Las redes se despiden de Charlie
Además de sus muchos seguidores en redes sociales, una de las personas que le ha dicho adiós (públicamente y en privado) ha sido la que ha sido su pareja durante todo este tiempo, Nerea, que ha contado de manera extremadamente resumida cómo fue su historia. Carlos ya tenía cáncer cuando se conocieron: “Mucha gente me llama valiente por no haber huido y yo pienso: ‘¿esta gente no sabe lo que es amar?’. Una pena”. La joven reconoce que “la muerte siempre ha sido un pensamiento muy presente” en la relación, aunque lamenta que haya sido “demasiado pronto”. “Aunque no puedo estar más agradecida de que la vida te pusiera en mi camino“.