El pasado domingo la selección de fútbol femenino de España se proclamaba campeona del mundo con un gol de la futbolista sevillana Olga Carmona. Precisamente la jugadora perdía a su padre unas cuantas horas antes. Una circunstancia que su entorno y el de la Federación prefirieron ocultar para no perjudicar su rendimiento deportivo. ¿Fue esto una decisión acertada? ¿Deberían haberle comunicado el deceso de su padre?
Hacemos esta y otras preguntas a nuestro psicólogo de cabecera, Héctor Martínez.