Rada Nadal se consagra en Melbourne tras superar dos sets en contra frente al ruso (2-6, 6-7, 6-4, 6-4 y 7-5) y adelantar a Djokovic y Federer en la carrera del Grand Slam.
Parecía que estaba acabado, fundido, sin recursos para contener ni responder a su rival. Pero Rafa Nadalnunca se vence ni tira la toalla, capaz de conseguir lo que solo se ha logrado seis veces en la historia, pues se impuso ante el ruso Daniil Medvedev en una final de un Grand Slam después de caer en los dos primeros sets (2-6, 6-7, 6-4, 6-4 y 7-5). Es el 21º grande para Nadal, a sus 35 años, por lo supera en uno a Djokovic y Federer en la carrera histórica del Grand Slam.
Fue un partido épico, con mayúsculas, inolvidable. De inicio, Medvedev resultó un tenista superlativo. Sin fallos, sin problemas. El ruso, de piernas interminables para llegar a todos los lados, también de brazos de pulpo para restar cualquier pelotazo, fue capaz de gobernar a Nadal, que intentaba sin éxito encontrarse con su mejor versión, la que le reclamaba el rival. Pero al balear no le entraban los saques como ocurriera durante todo el torneo y tampoco supo dar réplica a los pelotazos que llegaban desde el otro lado de la red, sobre todo los reveses paralelos del ruso. Un set, dos sets… Y parecía que la final duraría poco. Pero con Nadal delante eso no ocurre nunca, tenista de siete vidas que nunca se da por vencido.