Después de las fiestas navideñas llega el momento de apretarnos el cinturón. Y no solo porque llegue el mes de enero y su temida cuesta (con multitud de pagos). También porque los excesos navideños nos han hecho, en la mayoría de los casos, ganar unos cuantos kilos. Para algunas personas aceptar eso supone un arrepentimiento casi automático sobre el gozo y disfrute de estas fiestas.

Hablamos con Héctor Martínez, nuestro psicólogo de confianza acerca de desestigmatizar el disfrute de la comida de las fiestas.