Los expertos del área de salud mental del Departamento de Salud de Torrevieja ofrecen claves para combatir los síntomas propios del síndrome postvacacional.
La vuelta a la rutina puede afectarnos a nivel psicológico, propiciando la aparición del conocido síndrome postvacacional. Adoptar conductas de organización, recuperar la rutina de manera paulatina y fragmentar los periodos vacacionales pueden ayudarnos a mejorar el bienestar y reducir los niveles de estrés y ansiedad.
“El síndrome postvacacional es un problema adaptativo en el que la persona presenta dificultades para adaptarse a una nueva etapa que conlleva un repertorio de demandas nuevas en relación con su realidad anterior, bien sea por horarios o tipo de actividad”, expone Cristina Muñoz, psicóloga clínica del área de Salud Mental del Departamento de Salud de Torrevieja. “En ocasiones, la persona no realiza una gestión adecuada del proceso de transición, y percibe el cambio de forma más significativa”, añade.
A nivel psicológico, los expertos indican que este problema puede manifestarse a través de síntomas como ansiedad, estrés, problemas de motivación, tristeza, malestar, apatía, dificultades en el rendimiento, irritabilidad, dificultades para dormir, tensión muscular, falta de concentración, molestias en el aparato digestivo, fatiga y dolor de cabeza.
10 claves para combatir el síndrome postvacacional
1. Regresa de las vacaciones con unos días de antelación, ganarás tiempo para facilitar el proceso de adaptación y prepararte para la reincorporación.
2. Incorpórate al trabajo a mitad de semana, así la reincorporación será mucho más paulatina.
3. Deja espacio para organizar la vuelta. Es habitual que al regreso encontremos tareas pendientes y circunstancias atrasadas; el cúmulo de demandas puede provocarnos estrés y angustia. Para ello, es útil que dediques tiempo a organizar, programar y hacer un listado de tareas urgentes y objetivos realistas.
4. Recupera la rutina de horarios de forma progresiva. Es normal que durante las vacaciones nuestros horarios se vean adaptados a las actividades de ocio y nos acostemos y despertemos más tarde de lo habitual.
5. Retoma progresivamente tus tareas y actividades. Organiza tus tareas según su nivel de dificultad y preferencia y trata de empezar por aquellas que sean más agradables.
6. Conserva actividades agradables y actividades de ocio. Este tipo de actividad son una fuente de emociones positivas.
7. Fragmenta los periodos vacacionales a lo largo del año. Aquellas personas que no lo hacen presentan más vulnerabilidad para desarrollar el síndrome postvacacional.
8. Incluye algo diferente en tu área de trabajo. Conductas como modificar la organización del área de trabajo, la decoración o incluir algún recuerdo de las vacaciones favorecen la adaptación y sensación de bienestar.
9. No lleves trabajo a casa.
10. Mantén hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio para facilitar la liberación de endorfinas y amortiguar los niveles de estrés.